Hago un pequeño resumen de lo que llevamos de (maldito) año:
-Aproveché el encierro para afrontar la relectura de El Señor de los Anillos. Un mes me duró, compartiendo lectura con otras cosas. No podía imaginarme lo mucho que lo iba a disfrutar. Qué sano es volver a este texto cada cierto tiempo. Hacía diecisiete años de la última, y veinticuatro de la última en castellano (quieras que no, se nota, porque mi nivel de lectura en inglés de 2003 no era el de ahora, claro, tras tanto Malaz).
-Me propuse centrarme en autores de Cifi y Fantasía españoles, de los que tenía acumulado un buen puñado de obras, y ahí seguían sin leer. Hice una lista de títulos, y cumplí. Nivelazo patrio el que tenemos. Destaco el sorpresón que me llevé con
El Cortafuegos de
Luis Ángel Cofiño,
Jitanjáfora de
Sergio Parra y
Las fuentes perdidas de
José Antonio Cotrina, que aún no son tan conocidas y recomendadas, pero tienen empaque de sobra para ello.
Ya sabía lo bueno que cabía esperar de las que sí son más conocidas:
El círculo de Jericó (
César Mallorquí),
Lágrimas de luz (
Rafael Marín),
La mirada de las furias (
Javier Negrete),
El Señor de la rueda (
Gabriel Bermúdez Castillo), y
El mapa del tiempo (
Félix J. Palma), y sólo puedo recomendarlas encarecidamente.
Más discretas, pero igualmente disfrutables,
Mundos y demonios (
Juan Miguel Aguilera),
Consecuencias naturales (
Elia Barceló),
6 (Daniel Mares),
Y pese a todo... (
Juande Garduño) y
Estado crepuscular (
Javier Negrete)
-Al fin me puse con
Juramentada, y bien. Se me hizo todo lo larguísima que cabría esperar, pero vale, el final es bueno. Me deja con ganas del siguiente... pero más adelante.
-En verano leí dos clasicazos de Ciencia Ficción, y madre mía, qué clasicazos.
Nosotros, de
Yevgueni Zamiatin y
La guerra de las Salamandras, de
Karel Capek son Obras Maestras. Sobre todo el primero.
-Me lo paso pipa con las novelas de
The Expanse. Este año han caído dos, y porque la siguiente no ha salido aún
-Otras obras maravillosas a recomendar:
El Señor de la luz (
Roger Zelazny),
La Saga de Hrolf Kraki (
Poul Anderson),
Parentesco (
Octavia Butler),
Qué difícil es ser dios (
Los hermanos Strugatski), así como todos los relatos que he leído de
Tim Pratt,
John Varley y
Ted Chiang (con él estoy ahora).
-La fantasía para adolescentes me puede entretener, pero no me llena. La Duología
Seis de cuervos (
Leigh Bardugo) me dejó a medias, tras un primer muy buen libro. Prefiero otras cosas.