Chechino 2.0 Reloaded

[Theon Lobster]

Sorry Aslan. A por la no verde Asha.

[Madelaf]

me parece feo que los azules moridos no estén votando

Yo es que me como mucho el tarro: al que vote, vais a pensar que es el bueno en realidad.
O lo mismo no, porque puede ser una estrategia maliciosa, y voto al malo para penséis que es el bueno...
Pero, claro, y si, no sabiendo quien es quien, voy y voto al que no quiero votar?

Por cierto: mucho fiarse de Ss y mira, otro lechuguino al hoyo.

Tu no te preocupes por nada, crear caos es divertido

[Aslan Bolton]

Sorry Aslan. A por la no verde Asha.

no hagas eso xd que pareces mas malo todavia jaja

[Theon Lobster]

Pero tú sabes q soy verde, asi q no problem.

[Asha Grey]

Peroperopero... qué hacéis montándome un carro??? (Lo digo por ti, Aslan, muy mal ).

En fin, no sé cómo me he visto enredada en tus redes, Theon. Apenas las has usado, mira que bien.

Sí, Liadriel, haciendo caso a Ss te descubrimos y te neutralizamos... no sé qué eras antes de chechina segundona, pero lo imagino porque la partida no paró

Verdes, salvadme

PD. La loca ni está ni se la espera

[Theon Lobster]

Bla bla bla

Verdes, votadme

PD. La loca ni está ni se la espera

Si no fuese por mi no se hubiese linchado a Made.

[Asha Grey]

Normal, eres un individualista, todo el mundo es tu enemigo

[tajuru]

me parece feo que los azules moridos no estén votando

Yo es que me como mucho el tarro: al que vote, vais a pensar que es el bueno en realidad.
O lo mismo no, porque puede ser una estrategia maliciosa, y voto al malo para penséis que es el bueno...
Pero, claro, y si, no sabiendo quien es quien, voy y voto al que no quiero votar?

Por cierto: mucho fiarse de Ss y mira, otro lechuguino al hoyo.

Tu no te preocupes por nada, crear caos es divertido

Ya, ya, pero ahí sin votar

[Madelaf]

Voy, voy
Theon

[Bendar]

CAPÍTULO VIII - HISTORIA DE UNA IDA Y UNA VUELTA

SpoilerMostrar

En los días siguientes, la tensión se palpaba entre Asha y Theon. Siempre que ambos bajaban por una escalera, por ejemplo, ninguno quería ser el primero y a quien le tocaba, bajaba a toda prisa para evitar la posibilidad de que el otro le empujase. En cambio, Gandalf actuaba como si todos fuesen superamigos… lo que sacaba aún más de quicio a la Enana y al hobbit.

Un día, Gandalf pidió a Asha y Theon que lanzasen sus propuestas para derrocar a Imrahil. Una “tormenta de ideas,” dijo el mago. Habló primero Asha:

—Pues podríamos quemar su trono. Fundirlo con él sentado encima.

—Ahhhh… vaya, Asha. Dime, ¿cómo puede el fuego derretir la roca?

—Pues… con esto —replicó la Enana, enseñando un saquito de pólvora.

—Asha Grey, ¡ese garbanzo no se ha cocido en tu olla! —gritó Gandalf. —¡Sólo hay una persona en la Tierra Media capaz de fabricar ese polvo explosivo! ¡Ni siquiera el poderoso Lannatar, el Segundo de mi Orden, conoce el secreto! ¡Sólo Sara Mago lo tiene! ¡HAS ROBADO ESE POLVO DE ISENGARD!

—¡Gandalf, no seas especista! —contestó Asha —¡Esto es última tecnología enana! No es obra de un solo enano, no, sino de dos: Mili y Vanili, hábiles artesanos de las Montañas Azules.

—Dime, Asha —dijo el mago, cambiando a un tono calmo y melifluo, mientras pasaba su bastón una y otra vez por la cara de la Enana —¿qué te ofreció Gríma, Lengua de Serpiente? ¿Uhmm? ¿A cambio de traicionar a tus compañeros?

—Me ofreció —replicó Asha, hechizada por Gandalf —una cantidad suficiente de este polvo explosivo para enterrar de nuevo al Daño de Durin, el Balrog de Moria. Me dio este saquito para que probase su efecto con vosotros.

Theon desenvainó la espada tumularia que hasta ahora no os había dicho que había rapiñado al morir Tajuru.

—¡Quieto, Lobster! —dijo el mago. —Muchos de los que viven merecen morir y algunos de los que mueren merecen la vida. ¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos. Y algo me dice que Asha todavía tiene un papel que jugar antes de que el mundo cambie para siempre.

Asha se dio cuenta de lo que había dicho y de su traición. Arrepentida, cogió sus bártulos y huyó como la traidora que era, al único lugar donde pensaba que sería bien acogida: Isengard. Al llegar allí, sin Anillo y sin haber acabado con todos sus compañeros, Sarah Woman le hizo una sola pregunta:

—Asha, ¿quieres ser madre?

—Ehhhh… perdona, ¿ahora te dedicas a la magia de fertilidad o algo así? ¿Rituales de fecundidad, esculturas de falos y tal?

—No, no exactamente. Me dedico más bien a… los híbridos. Ya sabes. Cruzar orcos con duendes, humanos con orcas, en fin… ahora también, Enanas con lo que pille. Pues estás en deuda conmigo y conoces terribles secretos que no pueden salir de aquí.

—¡No, eso no, por favor! ¡Haré cualquier otra cosa por ti, pero sexo con otras razas no!

—Está bien, Asha, está bien. Serás mi esclava y trabajarás en las minas y en las armerías. E instruirás a mis uruks en las técnicas enaniles de forjado y minería.

Y así, Asha pasó el resto de sus días en Isengard, dando clases a los orcos, semiorcos y Uruk Heil y trabajando codo con codo con ellos; deseó muchas veces que la piedad mal entendida de Gandalf no hubiese frenado la mano de Theon. Finalmente, Asha la Tejedora murió ahogada cuando los Ents atacaron la fortaleza y rompieron la presa del río Isen, en el año 3.019, durante la Guerra del Anillo.

Por su parte, Theon y Gandalf quedaron como últimos baluartes del Bien Absoluto. Aquí les tenemos en pose intrépida:



Theon Lobster expuso a continuación su plan a Gandalf. El mago meditó un tiempo y luego dijo:

—Es descabellado, pero… podría hacerse. Eso sí, creo que vamos a necesitar a mi colega Radagast el Pardo. Es el maestro de las bestias y los pájaros. Le enviaré un mensaje. —Dicho esto, el mago atrapó una libélula que volaba por allí y le contó todo el plan. El animal, sintiéndose importante, asintió y salió a buscar a Radagast.

—Estoooo… ¿vas a confiar un mensaje tan importante a un solo insecto? ¡Se lo puede comer un pájaro o un sapo, o incluso… puede morir de vieja antes de encontrar a tu colega!

—Nah, no te preocupes, Theon, esas cosas no pasan.

Dicho y hecho: a los pocos días, Radagast el Pardo se presentaba en Edhellond para reunirse con nuestros héroes:



—Así que… ¿el Fastitocalon existe? —preguntó Theon —Creía que podía ser tan sólo una vieja leyenda.

—Mi querido hobbit —contestó Radagast —¿cuándo has visto tú una vieja leyenda en la Tierra Media que no sea verdad?

Entre los tres terminaron de perfilar su plan. Era arriesgado, pero estaba claro que su enemigo no se lo esperaría.

Al cabo de unos días, Gandalf, Radagast y Theon salieron de Edhellond para Dol Amroth. La distancia era bastante mayor por tierra, ya que había que rodear la Bahía de Cobas. Tardaron dos días en llegar. Una vez allí, con el renombre de los magos no les costó conseguir audiencia con el Príncipe Imrahil y Hil. Theon le explicó el proyecto que le iban a ofrecer:

—Iremos a Tol Fostiatócalon, la Isla de los Cangrejos de Pinzas de Oro. Es una isla secreta, porque está siempre en movimiento. Cuando nos hagamos con los cangrejos, repartiremos el botín a medias. Y Dol Amroth será la ciudad más rica de la Tierra Media.

El Príncipe Imrahil y Hil, tras regatear un poco y llegar a un reparto 60/40, accedió de buen grado a la idea que le ofrecían el mediano y los magos. Ya se veía así, con oro en abundancia, en la cúspide de su poder:



El barco de Imrahil, un yate de tres palos de ostentoso mal gusto, zarpó de Dol Amroth a los pocos días, llevando al príncipe, los magos y Theon, además de multitud de soldados, marinos y un cronista. Tras cinco días de navegación, siguiendo el rumbo marcado por Radagast, alcanzaron Tol Fostiatócalon. Se internaron en la maleza, observados por una bandada de aves marinas. Finalmente, llegaron a la laguna secreta, donde retozaban sin preocupaciones los cangrejos de pinzas de oro. Los tres héroes, prudentemente, se mantuvieron sobre la tierra firme, mientras que Imrahil y Hil y sus hombres se adentraban, codiciosos, en la laguna, intentando atrapar a los crustáceos. Pero, cuando todos los malvados estaban ya en la laguna, la isla se vio sacudida por un colosal terremoto. Y al momento se dieron cuenta de que no era ninguna isla, sino una tortuga grande como una ciudad.



Fastitócalon, pues ese era su verdadero nombre, no toleraba intrusiones humanas en su laguna secreta, pues era el lugar donde sus hijas y nietas desovaban cada año. Los soldados de Imrahil y el propio príncipe zozobraban y se ahogaban en las aguas poco profundas de la laguna. Así falleció el malo principal de esta historia, sin tener una puñetera línea de diálogo.

Theon dijo a los magos:

—Bueno, Gándul, Radagast, supongo que esto es el final. Me alegro, al menos, de morir como un héroe, al lado de los magos de espíritu más grande de la Tierra Media.

—¿Final? ¿Quién ha hablado de final? —respondió Radagast. —Ahora vas a aprender lo que es un “Deus ex Machina,” pero de los buenos, pequeño hobbit.

Y en ese instante, los magos fueron recogidos por sendos albatros de la bandada ya mencionada anteriormente. A Theon le recogió una gaviota medio grande.

A la semana siguiente, la nueva Princesa Lothiriel ofreció un banquete en honor de los héroes. Ante la insistencia de Theon, se celebró en el mejor restaurante de Dol Amroth, no en el Palacio Principal.

Theon Lobster estaba en la gloria. Se pidió una Langosta Thermidor del cabo de Andrast, que eran las mejores de toda la Tierra Media, ya que las mareas allí eran muy fuertes y hacían que el marisco tuviera la musculatura más fuerte.

Al terminar la opípara comida, Theon dijo:

—Sólo me falta un detalle para que este banquete sea perfecto.

—Mira, Theon, dale una calada a mi pipa. Te va a encantar. La hierba es una Woody Stock del ’69. La mejor cosecha del último siglo.

—Vaya, Gándul, muchas gracias, qué buena hierba. Pero no, no era esto.

—¿Entonces? —dijo la Princesa Lothiriel.

—Quiero factura de esta comida —dijo Lobster.

—¿Factura? ¿Para qué quiere usted factura, Theon?

—Para desgravármelo de mis impuestos, claro.

—Pero… pero… si este banquete lo pago yo.

—Pues ahí está el truco, princesa, ahí está. Mozo, por favor, deme factura. Aquí tiene los datos de mi empresa:

“Crusty Lobster, S.L.
C/ del Rico y Crujiente Bacon, 6
0165 Ranales
Cuaderna del Este
La Comarca”

Theon Lobster regresó a la Comarca en un barco élfico que cubría la línea Edhellond – Puertos Grises. Desde allí eran pocas jornadas hasta su hogar de Ranales. Con el dinero saqueado al Tumulario y asegurándose de no pagar impuestos durante un par de años con el facturón de Dol Amroth, nuestro emprendedor hobbit pudo sacar a sus empleados del ERTE y financiarse una destacada carrera como Político, llegando a ser alcalde de Ranales al año siguiente. Theon for President!

Theon pagó lápidas y memoriales para todos sus compañeros fallecidos.

En la casa de los Lobster, llamada “Lobster Net”, colgó un pequeño mapa mural, donde constaba la ruta seguida por la Sociedad del Anillo, y el lugar en que había fallecido cada uno de sus miembros:




FIN DEL QUENTA CHECHINÁRION